Todo lo bueno se encuentra en el jengibre, reza un antiguo proverbio. Este reputado tónico circulatorio también actúa como un eficaz estimulante de la digestión. En infusión, el jengibre es uno de los remedios más eficaces a la hora de aliviar la pesadez abdominal, los vómitos, las naúseas y los gases.
Jengibre
1 Cucharadita de jengibre rallado
2 Cucharadas de zumo de limón.
Añade el jengibre a una taza de agua hirviendo. Deja reposar unos cinco minutos y filtra. Una vez tibio, añade el zumo de limón.
Toma la tisana de jengibre y limón después de comer o cuando sufras cualquier molestia digestiva. Si sientes náuseas, bébela en pequeños sorbos. Para acelerar la digestión de tus recetas, incluye jengibre rallado en ellas. Combina muy bien con la salsa de soja, en aliños a base de zumo de limón, con aceite de sésamo etc.
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